Para que usted sepa lo que come...
Son alimentos vivos los que mantienen los principios activos; por ejemplo, las semillas mantienen sus potencias germinativas durante cientos de años. Las carnes, huevos, pescados y mariscos son alimentos muertos, que con toda propiedad podemos llamar cadáveres, con el consiguiente proceso de descomposición. Consumir naturaleza muerta significa ingerir alimentos cuyas vitaminas se han altercado y contienen fuertes tóxicos. Un trozo de carne es tan solo un pedazo de cadáver, y su putrefacción crea desechos venenosos dentro del cuerpo. En las carnes (pescado, mariscos, pollo, chancho, cordero,conejo y aves en general) se encuentran presentes otras numerosas sustancias químicas potencialmente dañinas, las cuales los consumidores por lo general ignoran. En su libro "Los Venenos del Cuerpo", Gary y Steven Null nos proporcionan un vistazo de tomar en consideración: Los animales son mantenidos vivos y engordados mediante la continua administración de tranquilizantes, antibióticos y 2700 drogas más El nitrato y el nitrito de sodio,usados como preservantes para retardar la putrefacción de las carnes curadas y de los derivados como el jamón, el tocino y las salchichas son peligrosos para la salud. Estos compuestos químicos dan a la carne su apariencia sonrosada, reaccionando con los pigmentos de la carne y los músculos. Sin ellos, el color natural marrón gris ceo de la carne muerte desanimara al distraído comprador. Los que tienen la desdicha de comer carne aun, en cada kilo compran 800 gramos de agua sucia. Adicionalmente si el animal sufre al morir, segrega adrenalina, que es toxica para el hombre. La carne contiene unos cinco millones de bacterias de putrefacción por gramo (el agua que contuviera la mil‚sima parte de esa cantidad, seria rechazada por impotable). Cada bocado esta rebosante de vivos organismos idénticos a los hallados en una rata muerta o en una res sin vida. ("Nuestro alimento según las escrituras";Hemilce Amilcar López). Debido a las sucias condiciones de acorralamiento y aglomeración a que los animales son sometidos por parte de la industria de la carne, tienen que usarse vastas cantidades de antibióticos, creando bacterias resistentes, las cuales pasan a quienes consumen la carne. La carne es a menudo portadora de las enfermedades de los propios animales. Apretujados en condiciones antihigiénicas, alimentados a la fuerza e inhumanamente tratados, los animales destinados al matadero contraen muchas enfermedades. Los inspectores de la carne detectan aquellas que son inaceptables, pero debido a las presiones por parte de la industria, y a la falta de tiempo suficiente para realizar el examen, mucho de lo que sucede es más insalubre de lo que el consumidor puede imaginar.
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